AVENTURAS Y DESVENTURAS DEL VIEJO ARCHIVERO
"Noche de paz y tranquilidad en los Cárpatos. Sólo el reconfortante aullar de las
jaurías de lobos a la luna llena que se asoma tímida entre los densos nubarrones. En el
más alto pico se levanta, entre profundos cortados y rodeado de niebla, un vetusto, pero
señorial castillo". Así comenzaba el primer artículo de El Viejo Archivero, carismática
y añorada sección de la revista MicroHobby. Sólo tres meses antes, su autor Andrés
Samudio había abierto su otra ventana en MH. Era otoño de 1987. Y el joven mundo de la
aventura en España, aún tambaleante, se desperezaba risueño junto al venerable
anciano.
Que la aventura conversacional siempre ha sido un género minoritario en España es un
hecho comúnmente asumido. Nada comparable, allá en los 80, al movimiento existente en
Gran Bretaña, donde grandes compañías especializadas se dedicaban al desarrollo
profesional de aventuras y parsers con los que deleitaban a su vasta legión de
seguidores. Aquí, los pocos afortunados que habían descubierto la riqueza del mundo
aventurero devoraban con avidez, diccionario en ristre, las joyas británicas que
lograban cruzar nuestras fronteras. La escasez era la norma; y sólo una compañía de la
envergadura de Dinamic se permitía hacer ciertas incursiones en el campo.
Viajemos, pues, en el tiempo hasta comienzos del año 1987. Por aquel entonces, el usuario
español de Spectrum sólo había podido disfrutar de cuatro aventuras en castellano. Abrió
la cuenta el pionero "Yength", publicado por Dinamic en sus albores (1984) y programado
por Nacho Ruiz. Tras pasar sin pena ni gloria, fue MicroHobby la que puso el siguiente
granito, lanzando en uno de sus cassettes "Alicia en el país de las maravillas", obra de
Luis E. Juan. Paralelamente, los aventureros podían degustar uno de los pocos títulos
traducidos al castellano: el excelente "Gremlins: The Adventure", de Adventuresoft, que
para muchos se convertiría en su primer contacto con el género. Tan desolador panorama
se complementaba con "Cobra's Arc", programa lanzado en 1986 por Dinamic y que, sin ser
una conversacional al uso en su sentido más estricto, resultó un aceptable éxito de
ventas.
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Ilustración que acompañaba al primer artículo de
"El Viejo Archivero" (MH 158)
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Sin embargo, algo iba a cambiar en 1987 para el desamparado aventurero español. A raíz,
principalmente, de dos sucesos. En primer lugar, el lanzamiento de las aventuras
Arquímedes XXI y, sobre todo, Don Quijote (fenómeno en el que se profundiza en otra
sección de este mismo número de MagazineZX). El segundo suceso, mucho menos ruidoso pero
no por ello de menor importancia, fue la aparición de Andrés Samudio como activo
colaborador en las páginas de MicroHobby, tan sólo mes y medio después de que el
ingenioso hidalgo pasase a engordar el catálogo de Dinamic.
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El dragón Smaug huye con el Archivero a lomos.
Ilustración de Mónica Samudio (MH 208)
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Samudio (quien más tarde engendraría Aventuras AD) abría en el número 146 una nueva
sección de la revista, titulada "El Mundo de la Aventura", en la que desgranaría
paulatinamente los más preciados secretos sobre la aventura conversacional y su proceso
creativo, con gran mimo y un espíritu eminentemente didáctico. Además, en ese mismo
número realizaba un llamamiento a sus avezados jugones: "¡Consúltanos tu problema! y
envíanos tus cartas, indicando en el sobre: <
>".
Doce números más tarde, Samudio contestaba a las primeras cartas llegadas a la redacción
bajo una nueva sección, que tituló "El Viejo Archivero". En dicho número, el 158, se
encarnaba por vez primera en el homónimo personaje, un decrépito anciano habitante de un
castillo transilvánico, y contestaba a las preguntas de los lectores sobre el juego
Spiderman de la serie Questprobe, a la cual dedicaría las siguientes ediciones de "El
Viejo Archivero". En un tiempo sin Internet, los aventureros españoles dejaban de ser
seres aislados, y pasaban a compartir sus dudas e inquietudes a través del espacio que
Samudio les había abierto.
El Viejo Archivero
La rica imaginería ideada por Samudio rápidamente calaría entre los lectores de la
revista, permitiendo la aproximación de nuevos jugones al mundo de la aventura, atraídos
al encanto de las imaginativas historias y la fina ironía que destilaba en sus escritos.
Curiosamente, muchos de los que recordamos el Viejo Archivero lo hacemos no tanto por
las respuestas que Samudio cuidadosamente daba a las cuestiones de los lectores, sino
por los personajes que introdujo para hilvanar la sección, y que la dotaban de un
encanto particular.
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El abominable Viejo Archivero, en primerísimo
plano (MH 192)
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El primero en hacer su aparición, en el mismo número 158, fue el dragón Smaug, inmenso
ser volador de incendiario aliento y fétidas ventosidades que acompañaría fielmente al
Viejo durante su periplo por MicroHobby. El dragón era una suerte de homenaje del autor
a "El Hobbit", juego del que era un apasionado entusiasta, así como del mundo de
Tolkien, como confesó en múltiples ocasiones desde sus propias páginas. Inclusive, se
permitiría la licencia de explicar en el número 208 cómo el Archivero rescató al dragón
de su muerte a manos del mismísimo Frodo Bolsón.
Otros personajes aparecerían más adelante. Entre los más recordados se encuentra sin duda
el infecto y saltarín Yiepp; en palabras del propio Samudio, perdón, del Archivero, una
"especie de injerto abominable entre una saltamontes que ronda permanentemente ebria por
los rincones de mi castillo y un libidinoso gnomo". El engendro Yiepp se asomó por
primera vez en MicroHobby 189, y no parece descabellado sospechar que hacía referencia a
algún integrante parlanchín del equipo de Aventuras AD: Samudio afirmó en más de una
ocasión que se trataba de un "verdadero experto en aventuras españolas", con las que a
menudo echaba una mano en la sección.
Mejor parada (pero no demasiado) salía la fermosa doncella Hebilla de Calatayud, que se
daba a conocer en MicroHobby 192 y que firmaría con el propio Andrés Samudio los últimos
números de "El Viejo Archivero". Hebilla tenía la insana costumbre de comerse a los
intrépidos aventureros y otros pretendientes, razón por la cual casi siempre estaba
royendo algún meñique. Aunque nunca se explicitó en las páginas de MicroHobby, parece
bastante obvio que Hebilla era, en realidad, Eva Samitier, la secretaria de Aventuras
AD, que pacientemente contestaba a las cartas de los lectores ante el ingente trabajo
del director Samudio.
En MH 203 aparecerá un último personaje, bajo el descriptivo epígrafe: "Juanmilla se une
a la Pandilla". Sin datos fidedignos que lo confirmen, el abajo firmante sospecha que
Juanmilla era, en realidad, Juan Manuel Medina, programador de los últimos títulos de
Aventuras AD. Para finalizar la tourneé familiar, apúntese que las ilustraciones de las
dos secciones de Samudio eran, a menudo, realizadas por sus dos hijas: las gemelas
Mónica y Guisela Samudio. Concretamente, la primera en publicar uno de sus dibujos es
Guisela, en MicroHobby 169, para la sección "El Mundo de la Aventura", a la que
frecuentemente solía dedicarse (quedando así para Mónica la parte gráfica de "El Viejo
Archivero").
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Hebilla, Yiepp y el Viejo, según visión de Mónica
Samudio (MH 195)
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Haciendo gala del mismo humor con que a menudo trataba a sus compañeros, Samudio se
abstuvo siempre de ser autoindulgente. La nómina de calificativos que aplicó a su alter
ego, el Archivero, era simplemente apabullante: "el carcomido momio", "El Agonizante",
"el cuasimomificado", "baboso vejestorio", "esperpento de los Cárpatos", "viejo
adefesio", "desdentado tatarabuelo", "destartalada momia", "decrépito anciano", "el
peripatético", "el Obsoleto", "multiesclerótico", "agónico", "medio infartado",
"pitecantropus totémico", "la más esmirriada, encorvada, temblorosa y carcamálica
figura", "cascarrábico esperpento", "apolillado", "el Vetusto" o "el Carcamal".
Otra de las bromas que solía divertir a los seguidores de MicroHobby la llevaba a cabo a
costa de su propio nombre. En sus primeros artículos, siempre firmaba como Andrés R.
Samudio. Hasta que a algún curioso lector se le ocurrió preguntarle a qué correspondía
la inicial 'R'. El ingenioso Samudio pidió a sus lectores que contuviesen la risa, pues
su verdadero nombre era "Andrés Requiescantinpace Samudio". Ante la algarabía general,
Samudio fue dando nuevo significado a la R en cada uno de sus artículos de "El Mundo de
la Aventura", firmando como: Rififi, Rufo, Repelente, Rojillo, Rambo, Rebombón, Retrete,
Radioactivo, de Reojo, Reagan, Rumiante, Rollero, Recochineo, Revoltillo ó Refrescante.
En MicroHobby 211, con motivo del fallo del Concurso de Aventuras de MicroHobby, Samudio
cambia su firma por un cuasi-protocolario "Andrés Respetuosamente Samudio Monro". En
MicroHobby 212, publica la entrevista a los ganadores del susodicho concurso, y al fin
da a conocer su verdadero nombre: Andrés Roberto Samudio Monro. Sería el último artículo
de "El Mundo de la Aventura", quedando "El Viejo Archivero" como último reducto hasta la
desaparición de la revista en enero de 1992.
Samudio y la aventura 'homegrown'
El Concurso de Aventuras de MicroHobby (celebrado a lo largo de 1990, y patrocinado por
Aventuras AD) fue en sí un hito dentro del panorama aventurero español. Aunque Samudio
se ha confesado públicamente insatisfecho con el lento proceso de selección y su
conclusión (véase la entrevista para Computer Emuzone), parece claro que fue un fuerte
punto de apoyo para el pujante mundo de la aventura 'homegrown' (artesanal, o amateur),
que venía fraguándose desde la creación del "Club de Aventuras AD" (CAAD).
Por aquel entonces (90-91), ya existían un buen número de fanzines y clubs a través de
los cuales los aventureros podían ponerse en contacto y compartir sus obras. Entre los
más destacables, se podrían citar el valenciano CAAD, el gallego "Z For Zero", o el
zaragozano "A Través del Espejo". El fanzine más longevo, aunque ya desaparecido, fue el
del CAAD, persistiendo hoy en día sustitutos en la red como SPAC. El club del CAAD (que
no el fanzine), sigue sin embargo existiendo, y su página web es visita cuasi obligada
para los irreductibles aficionados a la aventura.
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Primer dibujo de Guisela Samudio en MicroHobby, en
la sección "El Mundo de la Aventura" (MH 169)
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Viene esto al hilo de nuestra historia porque la creación del CAAD se anunció por primera
vez en MicroHobby 171, en la sección "El Mundo de La Aventura", en el ya remoto junio de
1988. Anteriormente comentábamos que la irrupción de Samudio en MicroHobby supuso la
apertura de una ventana al mundillo aventurero: con este anuncio, se dio paso a la libre
comunicación entre sus seguidores, y como consecuencia al crecimiento de la aventura
homegrown en España (gracias también, cómo no, a la aparición de parsers en castellano).
De algún modo, se abría camino a un fenómeno que ya ebullía en las islas británicas.
Es de justicia mencionar aquí el importantísimo papel jugado por Juan José Muñoz Falcó,
compañero de Andrés Samudio en Aventuras AD, y creador del CAAD. La oportuna iniciativa
cristalizó en el primer fanzine del CAAD, dirigido y editado por el propio Juanjo Muñoz,
y anunciado por Samudio en las páginas de MicroHobby, concretamente en el número
187.
Mientras tanto, muchos insignes aventureros iban apareciendo entre las páginas de
MicroHobby, a menudo realizando consultas en "El Viejo Archivero". Muchos de estos
audaces, capaces de someterse a las más complejas aventuras en inglés, se convertirían
en nombres familiares por sus propias obras, perdurando algunos en activo hasta nuestros
días. Como dicen que "para muestra, un botón", remitiremos al lector a las preguntas de
SCP Hackers (en MicroHobby 166, sobre "The Fantastic Four"), Javier San José (en
MicroHobby 186, preguntando sobre "Bored of The Rings"), o Josep Coletas Caubet (en
MicroHobby 192, sobre "Abracadabra").
El tercer gran anuncio que realizaría Andrés Samudio se produjo ya en febrero de 1990
(MicroHobby 196), relativo a la creación de la bolsa de aventuras del CAAD.
Paralelamente, se había lanzado el concurso de aventuras de MicroHobby y Aventuras AD
(quedaban dos meses para el cierre del plazo de entrega de trabajos). Y Cozumel, para
muchos la mejor aventura jamás publicada por Aventuras AD, estaba a punto de ver la
luz.
Conclusión
Hacía dos años y medio, en aquel febrero de 1990, desde que Andrés Samudio se había
asomado a las páginas de MicroHobby. Durante ese tiempo, el mundo de la aventura había
madurado, y se había acercado a un perfil muy distinto de usuario. Esto queda reflejado
en el sustancial aumento de aventuras comerciales publicadas desde entonces, de muy
distintas compañías. Para Spectrum, no menos de doce nuevas aventras ("Megacorp", "La
Guerra de las Vajillas", "Carvalho", "Post Mortem", "La Corona", "Abracadabra", "La
Aventura Original", "Zipi y Zape", "Ke Rulen Los Petas", "Corrupt", "Jabato" y "Legend")
a la que podríamos añadir "Supervivencia (El Firfurcio)", título menor de Aventuras AD
publicado por la propia MicroHobby.
Quizá inconscientemente, Samudio estaba dando paso en aquel momento a una nueva forma de
entender la aventura, fuera de los circuitos comerciales, ante el advenimiento de una
nueva época en la que otro tipo de videojuegos llevarían, aún más, la voz cantante. Las
bolsas de los clubs, entre ellas la del CAAD, se fueron llenando de excelentes obras,
algunas de las cuales aún están por descubrir para muchos de nosotros. Aventuras AD
permanecería como la única defensora de la aventura bajo el ala de Dinamic, lanzando la
trilogía del Yucatán y "La Aventura Espacial", antes de que la propia Dinamic la
arrastrara en su caída, en el año 1992.
Hoy en día, la aventura sobrevive en nuestro país gracias al encomiable y maravilloso
esfuerzo de tantos aficionados que aman el género y no lo han dejado morir. Parsers,
librerías y aventuras siguen apareciendo gracias y para el deleite de sus acólitos.
Mientras tanto, Andrés Roberto Samudio Monro volvió a su vida de pediatra, alejado del
mundillo, y sus gemelas Mónica y Guisela son hoy en día periodista y economista (o
viceversa, tanto da). Sin embargo, Samudio puede albergar en su fuero interno el noble
orgullo de haber insuflado vida a los sueños de muchos de nosotros.
Y ahora, dejemos descansar al Viejo hasta la próxima luna.
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